
Es un espíritu benéfico del aire, con aspecto de niño pequeño. Los ventolines, durante el día, suelen permanecer en la región del fuego; de noche, flotan en el espacio y, a través de los rayos de la luna pueden ser en ocasiones vistos.
Los ventolines cuidan de los niños en sus cunas y llevan los suspiros de los amantes que permanecen separados. Otras veces, vuelan con sus alas de gasa sobre el mar y pasan rozando las olas, levantando con su soplo esas neblinas blancas y transparentes.
Alguna vez me ha parecido verlo pasar junto a mi ventana, ¿o serán imaginaciones mías?.
6 comentarios:
Están geniales estos que tienes últimos. Un abrazo, pedazo de ilustradora
El Ventolín, qué gran personaje, siempre que alguien se ahoga ahí está él para curar el asma y cualquier otra afección. Gran invento, sí señor. Lo que no sabía era que además pueden hacer que dos amantes lejanos se comuniquen. Lo que inventan los científicos.
De la ilustración diré lo mismo que digo siempre: cojonuda.
ana, me vendes la ilustración, em encanta, te voy a encargar una en grande pa ponerla en mi salón
Anita si se lo vendes al lobo estepario me tienes que vender a mí otraaaaaa... recuerdo la primera vez q me lo enseñaste que me encantó pero no se podía hacer una copia pq lo habías presentado en un concurso de Asturias o algo así... recuerdas??? bueno pues quiero un Ventolínnnnnnn, q bonico es!
eh, que lo he dicho yo primero! es broma, pero lo de que me hagas uno en grande no. Un abrazote ilustradora
Precioso, Ana! Y sigo con la del otro día: Cuelebre, cuelebre, cuelebre... ¡O el Diañu burlón!
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